Qué es el síndrome del cuidador y cómo prevenirlo

Sindrome del cuidador

Lesiones cerebrales, demencia senil, mal de Alzheimer… Todas ellas son patologías que no solo afectan a quienes las sufren, también a las personas encargadas de su cuidado, las cuales sufren una sobrecarga física y emocional que ha pasado a denominarse síndrome del cuidador.

Qué es el síndrome del cuidador

El síndrome del cuidador es un tipo de trastorno que desarrollan algunas personas que son las principales cuidadoras de personas dependientes. Está caracterizado por diversos síntomas de agotamiento psíquico y físico que les afectan tras tener que consumir una gran parte de su energía y de su tiempo en el cuidado de otra persona, algo para lo que habitualmente no están preparadas.

Perfil del cuidador de una persona dependiente

Aunque existen cuidadores de personas dependientes de cualquier edad y de ambos sexos, el perfil más común es el de una mujer de mediana edad que tiene como afectado a un familiar directo (hijos, padres, pareja…).

Es una persona que debe compaginar sus responsabilidades cotidianas con el cuidado de la persona dependiente, y que en principio cree que encontrará ayuda en su entorno para realizar una labor que, piensa, no durará mucho tiempo. Sin embargo, esta triste situación se prolonga muchas veces, sin que la cuidadora encuentre apoyo de ningún tipo o, lo que es peor, pasando a rechazar toda ayuda que se le ofrezca.

La persona cuidadora se va responsabilizando paulatinamente de todo lo concerniente al afectado —alimentación, higiene, cuidados, visitas médicas, medicación, etc.—, perdiendo su independencia y desatendiéndose a sí misma. Esto ocurre hasta que su salud física y mental empieza a quebrarse.

Principales síntomas del síndrome del cuidador

Los principales síntomas que anuncian el síndrome del cuidador son:

  • Agotamiento mental y físico.
  • Repentinos cambios de humor.
  • Ansiedad y depresión.
  • Consumo excesivo de alcohol y tabaco.
  • Alteraciones de apetito y peso.
  • Aislamiento social.
  • Problemas de concentración y memorización.
  • Problemas de tipo laboral.

Fases del síndrome del cuidador

Son 3 las principales fases del síndrome del cuidador.

1ª fase: erigirse en la única persona capaz de afrontar la nueva situación

En esta fase el cuidador tiende, ante la necesidad que provoca la nueva situación de tener a una persona dependiente en la familia, a cargar con toda la responsabilidad que ello conlleva.

2ª fase: desajuste entre la responsabilidad adquirida y los recursos para afrontarla

No tarda en aparecer este desajuste, ya que los recursos materiales y personales de los que dispone el cuidador rara vez están a la altura que requiere la situación. Esto le irá agotando las fuerzas de forma gradual.

3ª fase: el precio del sobresfuerzo

Es el momento en que aparecen los síntomas del síndrome del cuidador antes indicados. La tristeza, el nerviosismo, el estrés y el sentimiento de culpabilidad por no estar a la altura se van apoderando del cuidador, llegando a afectar seriamente a su salud.

Consejos para prevenir el síndrome del cuidador

Son diversas las formas de prevenir el síndrome del cuidador:

  • Involucrar a otros en el cuidado de la persona dependiente.
  • Expresar las emociones al entorno más cercano, no “tragarse” el dolor.
  • Hábitos saludables de vida: practicar algún tipo de deporte o ejercicio, no abusar de tabaco y alcohol…
  • Tener algo de tiempo para uno mismo.
  • Seguir en contacto con los amigos, evitando el aislamiento social.
  • Confiar en profesionales de la psiquiatría y/o psicología si los síntomas empiezan a ser evidentes y agudos.

Y, por supuesto, nada previene mejor el síndrome del cuidador que dejar, siempre que se pueda, el cuidado de los dependientes afectados en manos de profesionales, en hospitales o residencias para ancianos , donde nuestro ser querido estará atendido en todo momento liberándonos de una carga que, a la larga, nos puede costar muy cara en términos de salud.